martes, 27 de julio de 2010

MARMITA


Me gusta el verano por muchas razones: hace calor y se puede ir a la playa, es mi cumpleaños y sobretodo por que por fin se puede comer marmita. La ventaja de vivir a orillas del Cantábrico es que aunque sea verano nunca hace demasiado calor y llueve más días que los que luce el sol, así que comer platos calientes como éste no es un esfuerzo. Eso sí, como el día que toca marmita sea caluroso sudaremos el goterón.

En mi casa la receta de la marmita ha sido mejorada con el paso de los años. Mis padres son aficionados a pescar y tenían un barco con el que se podían salir a pescar bonitos. Gracias a esta afición conocieron patrones de barcos pesqueros que enseñaron a mi madre como hacían ellos la marmita a bordo y esa receta junto con la de mi madre crearon una marmita a caballo entre la marmita o sorropotum ( así la llaman en San Vicente de la Barquera) y el marmitako, si se me permite "lujuriosa" por lo buenísima que está, con un caldo espeso y un sabor recio que evoca la Sotileza de Pereda.

Lo más importante a la hora de hacer la marmita son la cazuela, mejor si es de barro, las patatas que en vez de picarlas se deben triscar (meter el cuchillo y tirar) y un buen bonito. A mí me gustan los trozos sobretodo si son de la zona de arriba, del cogote, tienen muchas espinas y cuesta limpiarlos pero son más jugosos. Si os decidís a comprar la típica rueda hay que mirar que esté bien sangrada, me explico. El centro de la rueda suele tener un color oscuro, esa es la sangre del bonito, cuanto más pequeño sea ese centro mejor sangrado estará y tendrá mejor gusto y no desaprovecharemos nada, ya que lo corriente suele ser quitar esa parte oscura.

Por último, la marmita era la comida que se hacía en los barcos de pesca, ya que se comía de lo que se pescaba. Comían todos de la misma olla y cada uno con su cuchara y un trozo de pan. Metían la cuchara cogían su ración y daban un paso atrás, hacían "el cucharada y paso atrás", con lo cual se evitaban las peleas de si tu has comido más que yo. Ya veis un reparto justo.

Vamos con la marmita de mi madre...


NECESITAMOS:

- 750 gr. de bonito limpio de pieles y espinas.
- 1 kg. de patatas.
- Un pimiento rojo y otro verde.
- Un tomate maduro.
- Una cebolla.
- Un diente de ajo.
- Una ñora o pimiento choricero.
- Una cucharita de pimentón dulce.
- Un vasito de vino blanco.
- Pimienta blanca.
- Aceite.
- Agua.
- Sal.
LO HACEMOS:
Ponemos la ñora en agua la noche antes de hacer la marmita.
Picamos la cebolla, el ajo y los pimientos finamente, reservamos.
Pelamos las patatas y las triscamos al partirlas, reservamos.
Partimos el bonito una vez limpio en trozos del tamaño de las patatas, reservamos.
Sacamos la ñora del agua, la dejamos escurrir y raspamos su carne.
En la cazuela de barro ponemos un chorro generoso de aceite y cuando esté templado agregamos la cebolla, el ajo y los pimientos y los pochamos poco a poco.
Una vez que la cebolla y los pimientos estén hechos añadimos las patatas, la carne de la ñora y la cucharita de pimentón y lo movemos bien para que las patatas cojan el gusto de la ñora y el pimentón. Vertemos el vasito de vino y volvemos a remover. Dejamos que el vino pierda el alcohol y cubrimos las patatas con agua.
Mientras las patatas se van cociendo pelamos el tomate.
Cuando las patatas estén a media cocción añadimos el bonito, lo movemos para que se incorpore al guiso y condimentamos con la pimienta blanca. Movemos la cazuela como si estuviéramos haciendo un pil-pil para que el caldo tome cuerpo y cuando las patatas estén casi cocidas añadimos el tomate. El tomate se pone al final del guiso para que la patata no se endurezca.
Cuando la patata y el bonito estén cocidos salaremos y dejaremos que de un hervor.
Tenéis que mover la cazuela según os guste de grueso el caldo de los guisos, si es caldoso hacedlo poco.
Ya estamos todos preparados con la cuchara y el pan....¿está buena?.

sábado, 24 de julio de 2010

ENSALADA DE AGUACATE Y SALMÓN


Desde el día que abrí el blog he recibido muchísimas recetas de amig@s tanto míos como de mi marido, algunos de los cuales no tengo el gusto de conocer. Todos ellos han querido aportar su granito de arena a esta cocina, que no sólo es mía sino también de todos vosotros. Lo cierto es que hace mucha ilusión ver como no estás solo en proyectos tan vastos como éste y quiero agradeceros vuestras aportaciones con la publicación de esta receta que alguno de vosotros me mandasteis en un recetario de Arguiñano hace ya un tiempo.
Es una receta fácil-fácil y rica-rica, y por qué no decirlo, baratita. Ahora que estamos en tiempos de crisis es todo un lujo invitar a tus amigos a compartir tu mesa y poderles obsequiar con un plato tan delicado como esta ensalada y que tu economía no se resienta. No siempre consiste en tirar la casa por la ventana sino en encontrar el menú adecuado para cada ocasión y adaptado al gusto de los comensales.
La receta original crea una ensalada con aguacate, salmón y mahonesa, pero a mí me gusta añadirle un huevo cocido que apenas se nota pero suaviza aún más los sabores. Espero que Arguiñano sepa perdonarme esta intrusión en su receta.
NECESITAMOS:
- Un aguacate por persona.
- 2 lonchas de salmón ahumado por persona.
- 1 huevo cocido para cada dos personas.
- Una cucharada de mahonesa por persona.
- Un chorrito de zumo de limón.
LO HACEMOS:
Cortamos los aguacates en dados de aproximadamente un centímetro y les rociamos con un poco de zumo de limón para que no se oxiden.
Cortamos en cuadrados del mismo tamaño que el aguacate el salmón y reservamos un poco para adornar la ensalada.
Picamos muy fino el huevo.
Mezclamos todos lo ingredientes junto con la mahonesa y los distribuimos en los platos o copas donde vayamos a servirlos.
Adornamos con el salmón reservado.
Como veis es sencillísima, ya no tenéis escusa para decir que no sabéis cocinar.
Hasta la próxima.

miércoles, 7 de julio de 2010

CUSCÚS DE POLLO



El buen tiempo siempre me recuerda que empiezan las vacaciones y estando los niños todo el día en casa la mejor comida es el plato único. Es cierto que no siempre se hace enseguida, pero muchos de ellos te dan la oportunidad de hacerlos el día anterior, y a la mañana siguiente...¡maravilla de las maravillas!, ya tienes la comida y puedes salir pitando a la playa o donde quiera que toque hoy.

El plato que he elegido es uno de mis favoritos por su sabor, por ser un plato completo ya que tiene legumbres, hidratos de carbono, verdura y carne, y por su aroma. Me gusta mucho el olor del comino, el azafrán, la pimienta y las pasas cuando se hinchan en el caldo.

Los que tengáis buena memoria estaréis pensando... otro plato árabe. Pues sí, junto con la mejicana es una de mis favoritas, con aroma y sabores diferentes.

Para hacer este plato no es necesaria una cuscusera ya que podemos hacer el cuscús en un cazo siguiendo las instrucciones del paquete o bien en una cazuela de cocer al vapor que es la que yo suelo utilizar. La primera fórmula, cocer el cuscús como dice el paquete es más rápida; la segunda requiera más tiempo ya que una vez que en la parte de abajo de la cazuela de vapor comience a hervir la verdura y la carne tendremos que taparlo con la parte de arriba donde habremos puesto la sémola y dejar que se vaya haciendo con el vapor poco a poco y regarla varias veces con el caldo de cocción y moviéndola para que se despegue y se cueza por igual.

Una vez que hayáis decidido como lo vais a hacer...

NECESITAMOS:

- Un puñado de garbanzos por comensal (yo los uso ya cocidos).
- 800 gr. de carne de pollo o pavo (muslos o contramuslos), cordero (pata) o ternera (una pieza para guisar).
- 300 gr. de cuscús o sémola (para cuatro personas).
- Media cebolla.
- 2 zanahorias.
- 2 tomates rojos.
- 1/2 berenjena.
- 2 calabacines, si son grandes uno.
- 1 nabo.
- 1 pimiento rojo (los árabes ponen calabaza, pero y prefiero el pimiento).
- un puñado de uvas pasas.
- Aceite.
- Sal.
- Pimienta.
- Cuatro hebras de azafrán.
- Una cucharadita de cominos enteros.
- Una pizca de canela en polvo.

LO HACEMOS:

Pelamos las zanahorias y las partimos en tiras gruesas, picamos la cebolla. Partimos el pimiento, el nabo, y el calabacín en tiras gruesas. Pelamos los tomates y los partimos en cuadrados al igual que la berenjena, pero ésta sin pelar.
Preparamos la carne. Si es el pollo o el pavo le quitamos la piel. El cordero pedimos que nos partan en la carnicería la pata en trozos. La carne de ternera la picamos en cuadrados grandes.
Metemos todos lo ingredientes en una cazuela. Añadimos las pasas, los garbanzos, un chorrito de aceite, sal y las especias. Cubrimos con agua.

Si hemos optado por la cuscusera o la cazuela de cocer al vapor ponemos el cuscús en un colador fino y lo lavamos, lo metemos en un bol y le añadimos una cucharada de aceite de oliva y sal, lo movemos y lo dejamos reposar hasta que el agua de la cazuela comience a hervir.

Cuando el agua empiece a hervir disponemos el cuscús en la parte superior de la cuscusera o de la cazuela de cocer al vapor y la encajamos sobre la olla de carne y verduras.

Se cocina el cuscús con el vapor de la olla, lo movemos de vez en cuando para que se vaya cociendo todo por igual y lo regamos aproximadamente cada quince minutos con un poco de caldo de la cocción. Debemos repetir esta operación tres veces.

Una vez que el cuscús esté cocido lo retiramos y comprobamos que la carne y la verdura también lo estén.

Para presentar el plato: en un plato llano grande formamos una montaña con el cuscús y colocamos sobre él las verduras que hemos partido en tiras y arriba las pasas. A su alrededor ponemos la carne, los garbanzos, el tomate (si no se ha deshecho) y las berenjenas.

Aparte en un bol pequeño presentamos el caldo de cocción para regar con él el cuscús.

Si habéis elegido cocer el cuscús en un cazo aparte hacedlo cuando vayáis a comer y seguid las instrucciones del paquete.

Es un plato laborioso pero el resultado merece la pena, animaros quedareis como sultanas o sultanes.




lunes, 5 de julio de 2010

KAFTA



Hoy os propongo una receta árabe muy sencilla de hacer y baja en calorías, ideal para los que hacen régimen. Ahora que mi marido está a dieta la suelo hacer para variar las carnes a la plancha, lo único es que a él le quito las patatas fritas y los piñones. Es un plato completo ya que la carne se acompaña con arroz.

La foto no hace justicia al guiso que tiene un sabor y una textura muy agradable, e incluso sorprendente si metemos en la boca un poco de todo a la vez.

No tenía pensado publicar esta entrada, pero Helena me pidió ayer la receta y aquí estamos con un guiso árabe, plato único, que nos hará más fácil el cocinar este verano para irnos rápidamente a la playa pues en unos treinta minutos está hecha.

La receta está publicada en la colección Sabores del Mundo de la editorial Sol 90 que fue distribuída por el Diario de Navarra hace unos cuantos años.



NECESITAMOS:

- 750 gr. de carne picada de ternera o de cordero.

- Ocho ramas de perejil, sino lo tenemos fresco podemos poner del de tarro.

- Ocho ramas de cilantro.

- Dos cebollas medianas.

- Sal y pimienta al gusto.

- Dos cucharaditas de ras el hanout(una especia árabe), sino tenéispodeis poner una cucharita de curry con una pizca de pimienta molida.
- Cuatro cucharadas de aceite de oliva y aceite suficiente para freir.
- Una cucharada de manequilla.
- Un limón.
- 200 gr. de tomate natural triturado, yo pongo una lata de 400gr.
- Dos patatas grandes.
- Cuatro tomates maduros pero firmes.
- 50 gr. de piñones.
- Arroz blanco para acompañar. Cada uno la receta que más le guste.
LO HACEMOS:
Picamos finamente las hojas del cilantro, el perejil y las dos cebollas.
En un bol hondo mezclamos la carne picada con el cilantro, el perejil y la cebolla. Sazonamos y agregamos las especias. Mezclamos. Añadimos dos cucharadas de aceite y volvemos a mezclar.
Derretimos la mantequilla y pintamos con ella una fuente que pueda meterse en el horno.
Disponemos la carne en la fuente procurando dejarla de un grosor de unos 2 cm. No es necesario que la carne quede completamente lisa.
Introducimos en el horno durante unos 20 minutos a 180º-200º.
Mientras la carne se hace, exprimimos el limón, vertemos el tomate en un cazo junto con el zumo del limón, dos cucharadas de aceite, sal y pimienta negra. Lo dejamos hacer a fuego medio durante unos 8 minutos, con cuidado de que no se queme. Lo reservamos.
Pelamos las dos patatas y las cortamos en rodajas de aproximadamente 1 cm. de grosor. Las freímos a fuego medio con abundante aceite. Cuando se doren las sacamos de la sartén y las ponemos sobre un papel absorbente. Reservamos.
Partimos los tomates en rodajas de aproximadamente 1 cm.
Pasados los 20 minutos sacamos la carne del horno y repartimos sobre ella las patatas y sobre las patatas las rodajas de tomate procurando que quede sobre cada patata una rodaja de tomate. A continuación vertemos la salsa de tomate sobre el conjunto, adornamos con los piñones y volvemos a meter la fuente en el horno unos 10-12 minutos a la misma temperatura.
Pasado este tiempo o cuando estén dorados los piñones retiramos la fuente del horno y servimos la carne en platos individuales acompañada con el arroz.
Espero que os animéis. Está riquísiiiiimo.